De AQuÍ NADie NoS SAcA
No Me Quiero Ir de Aquí, Mijente y AgitArte
Jorell Meléndez-Badillo
Ph.D., historiador de Puerto Rico, el Caribe y América Latina
El 5 de enero de 2025, Benito Antonio Martínez Ocasio, mejor conocido como Bad Bunny, lanzó su más reciente producción discográfica titulada DeBÍ TiRAR MáS FoTOS (DtMF). En la misma Bad Bunny utilizó su plataforma global para amplificar nuestra historia, cultura y discursividad política a través de sus letras, los visualizers en YouTube y el cortometraje que acompañó su lanzamiento. DtMF puede pensarse como un archivo del momento histórico por el cual Puerto Rico atraviesa y en donde se presta particular atención al desplazamiento no solo físico sino también cultural.
Más allá de sus letras, DtMF apuesta a la democratización del acceso a nuestra cultura e historia. Ahondando esa propuesta, esta exposición presenta la obra una variedad de artistas, activistas y colectivas que han marcado el compás de la resistencia al colonialismo y al desplazamiento en los últimos años. En cierto sentido, estas obras son parte de una tradición de lucha puertorriqueña que ha sido forjada a través de varios siglos.
Puerto Rico: historia de lucha.
El espacio que hoy conocemos como Puerto Rico ha sido colonizado por más de cinco siglos, primero por España y luego por los Estados Unidos. Aun así, la historia de Puerto Rico ha estado marcada por más de cinco siglos de resistencia a la imposición colonial. Las comunidades que habitaban el archipiélago de Borikén, en solidaridad con comunidades en otras islas de lo que hoy conocemos como el Caribe, se levantaron en armas en múltiples ocasiones en contra de la conquista española que comenzó en 1508. Algunas personas esclavizadas tomaron la libertad en sus manos tras escapar hacia las montañas mientras que otres organizaron revueltas y conspiraciones que aterraron al poder colonial. Durante el periodo colonial español, de 1493 a 1898, también se llevaron a cabo varios intentos para declarar la independencia de Puerto Rico, quizás el más famoso tomando lugar el 23 de septiembre de 1868 en el pueblo de Lares.
El 25 de julio de 1898, en el marco de una guerra entre el imperio estadounidense y el español la cual tomó lugar en el Caribe y el Pacífico, Puerto Rico es invadido militarmente por los Estados Unidos. Aunque se han utilizado diferentes términos para definir la relación de Puerto Rico con su metrópolis imperial—territorio no-incorporado o Estado Libre Asociado—la realidad es que continuamos siendo una colonia con derechos limitados. A pesar de esta realidad colonial, en Puerto Rico no hemos aceptado la situación tácitamente, sino que también hemos resistido a través de todo el periodo colonial estadounidense que va desde el 1898 hasta el presente.
Nuestra historia, como cualquier narración histórica, no es objetiva. Está sesgada por quien la esté narrando. Es por ello la importancia de que seamos narradores de nuestras propias historias. Resaltamos nuestra historia de lucha para demostrar que, a diferencia de lo que nos han hecho creer, nunca hemos sido dóciles. Y aunque algunos de los administradores coloniales sueñan con un “Puerto Rico sin puertorriqueños”, resaltamos cómo, aunque hemos sido un pueblo constantemente en movimiento, hemos luchado por un Puerto Rico lleno de nuestra gente, la de aquí y la de allá, y por la solidaridad caribeña que nos caracteriza.
Dominación colonial.
El colonialismo es una de las formas de opresión más violentas en la historia humana. Aunque puede tener diferentes formas, el colonialismo es, en esencia, una forma de dominación. En Puerto Rico, el colonialismo estadounidense ha utilizado varios medios para asimilar a la población, desde el sistema de instrucción hasta la enajenación cultural. Más recientemente, la dependencia del estado puertorriqueño de los fondos extranjeros, producto directo de las políticas de una clase administrativa que se beneficia del arreglo colonial, ha exacerbado el desplazamiento y la explotación de nuestra clase trabajadora. Se han creado incentivos, a través de las leyes 20, 22 y 60, en donde se busca atraer a millonarios mientras se crean las condiciones para expulsar a miles de boricuas.
El desplazamiento no es nuevo, sino que ha sido una pieza clave del colonialismo estadounidense en Puerto Rico. Poco después de la invasión de 1898, centenares de trabajadores fueron relocalizados, en ocasiones sin su consentimiento, a varios enclaves laborales agrícolas en Estados Unidos y el Hawai’i, territorio colonizado por los Estados Unidos el mismo año que Puerto Rico. Mientras el gobierno local buscó industrializar a Puerto Rico a mediados del siglo XX, también participó en orquestar la migración de cientos de miles de boricuas a los Estados Unidos. Utilizando la excusa de sobrepoblación, legitimada por académicos y oficiales gubernamentales, se fomentó la migración como también la esterilización no consentida de mujeres, en su mayoría pobres y de la clase trabajadora.
Lo que está en riesgo con el desplazamiento hoy en día no es solamente quedarnos con “un Puerto Rico sin puertorriqueños”, sino que hay también un proyecto de desplazamiento cultural. Y aunque la cultura siempre ha sido una expresión de nuestra resistencia a la asimilación, ante el panorama actual el producto del trabajo cultural adquiere un nuevo sentido de urgencia.
La crisis.
El primero de mayo de 2006, el gobierno de Puerto Rico cesó operaciones por dos semanas luego de que no se lograra llegar a un acuerdo presupuestario. Este día marca el comienzo de una crisis fiscal, social y colonial que persiste hasta el presente. Esta crisis ha sido exacerbada por medidas de austeridad en forma de leyes de emergencia fiscal que han dejado en la calle a docenas de miles de trabajadores, el crecimiento exponencial de una deuda impagable, la imposición de una Junta de Control Fiscal, los huracanes Irma y María, una crisis de emergencia por femicidios y transfobia, terremotos, pandemias y las políticas anti laborales y de desplazamiento desde el Estado. Todo esto se ha agravado en los últimos años por las políticas autoritarias y anti-migratorias de la administración gubernamental imperial.
De AQuÍ NADie NoS SAcA.
El colonialismo y el capitalismo no están en crisis, sino que estos son la crisis. Las artistas, activistas y colectivas que reúnen su arte en esta exhibición han sido cruciales en articular alternativas a estas crisis. Su trabajo y compromiso ha estado centrado en la lucha por permanecer—permanecer en nuestras playas, en nuestras comunidades, en nuestras diásporas. Sus trabajos artísticos van de la mano de su compromiso político en contra del desplazamiento, el colonialismo y las políticas migratorias. Además, proponen otros imaginarios abolicionistas, anti-coloniales y solidarios con las luchas puertorriqueñas, caribeñas y el sur global.
En DtMF, Bad Bunny no estaba creando un discurso nuevo en contra del desplazamiento y la afirmación cultural, sino que amplificaba, utilizando la plataforma más grande del mundo, conversaciones que se han venido gestando en Puerto Rico desde hace décadas. En De AQuÍ NADie NoS SAcA encontramos una muestra de las corillas que han puesto las cuerpas en la calle, la tinta sobre las paredes o el canvas, y las palabras en el megáfono para condenar esas mismas dinámicas que Bad Bunny documenta en su disco.
Ante un proyecto de desplazamiento colonial,
afirmamos que De AQuÍ NADie NoS SAcA.
Junto a las comunidades inmigrantes en nuestro archipiélago
decimos que De AQuÍ NADie NoS SAcA.
Nos quedamos en nuestras comunidades aquí
o en la diáspora porque De AQuÍ NADie NoS SAcA.
Las playas son nuestras
porque De AQuÍ NADie NoS SAcA.
¡Esencia no va!,
porque De AQuÍ NADie NoS SAcA.
Sacaremos a LUMA
porque De AQuÍ NADie NoS SAcA
Desarrollamos redes solidarias y nos cuidamos
porque De AQuÍ NADie NoS SAcA.
De AQuÍ NADie NoS SAcA.
Biografía:
Jorell Meléndez-Badillo, Ph.D., es historiador de Puerto Rico, el Caribe y América Latina. Es autor de Puerto Rico: A National History (Princeton University Press, 2024) / Puerto Rico: historia de una nación, traducido por Aurora Lauzardo Ugarte (Grupo Planeta, 2024), The Lettered Barriada: Workers, Archival Power, and the Politics of Knowledge in Puerto Rico (Duke University Press, 2021) y Voces libertarias: Orígenes del anarquismo en Puerto Rico (Secret Sailor Books, 2013). Colaboró con Bad Bunny en las narrativas históricas que acompañan los visualizers de DtMF.